Familias muy ricas para el Serviu, muy pobres para la banca
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Señor Director:
Actualmente, un 42% del déficit habitacional lo conforma la clase media, al menos 232 mil familias. La casa propia es un sueño cada vez más lejano para ellas, ya que, para complementar el subsidio y el ahorro, deben pedir un crédito hipotecario con tasas que rodean el 5%.
El aumento de los costos de construcción llevó al Minvu a elevar los precios de viviendas de Integración Social. Por ejemplo, en la Región Metropolitana, subieron de 2.200 a 2.800 UF. Es decir, familias que en 2021 podían comprar con un crédito de 1.800 UF y un dividendo de 270 mil pesos al mes, en 2022 necesitaron un crédito de 2.050 UF con un dividendo cercano a los 390 mil.
A su vez, las condiciones desfavorables están poniendo en peligro la oferta de vivienda. La eliminación de incentivos para las constructoras y mayores restricciones bancarias han reducido drásticamente la presentación de proyectos.
Por lo anterior, es urgente generar mayores estímulos a la demanda y a la oferta para reducir el déficit y dejar atrás la falta de acceso a la vivienda de las familias que parecen muy ricas para el Serviu, pero muy pobres para la banca.
Carlos Marambio Morel
Director Ejecutivo Asociación de Desarrolladores de Viviendas Sociales (ADVS)
